
Con las pasadas lluvias del mes de octubre, hemos podido contemplar un hecho insólito desde hace quince años; ver la Fuente de Isso con agua.
Esto se produjo, al desviarle agua por la conexión que la Fuente tiene con el pantanillo del Boquerón, al estar este rebosando por el aliviadero, por el aporte de la rambla del mismo nombre.
Junto con el agua, al tratarse de una avenida, también llegó gran cantidad de cañas y suciedad.
Prácticamente, toda la superficie de la Fuente estaba llena de cañas, además de gran cantidad de garrafas de herbicidas y otros productos fitosanitarios.
Todo esto produce unos sentimientos encontrados. Tras la alegría inicial, al enterarnos que la Fuente estaba llena de agua, (aún conociendo que sólo iba a ser temporalmente) y tras nuestra rápida visita, llegó la desilusión, al contemplar que estaba llena de porquería.
Nos quedó ese sabor agridulce, del que después de esperar muchos años poder contemplar la Fuente con agua, la ve en las condiciones que se encuentra, muy distinta a las de sus recuerdos.
De todas formas, aun así de sucia, siempre es preferible a verla seca, … muerta.
Todos los niños de Isso menores de quince años, nunca habían tenido la oportunidad de contemplar la Fuente con agua, y se nos ablandaba el alma , al observar la expresión de alegría de sus caras.
Esperemos que los niños que están naciendo ahora, no tengan que esperar tanto tiempo para verla con agua y este hábitat protegido pueda volver a estar en parecidas condiciones a las que quedan en nuestro recuerdo y volver a se lo que siempre fue, y lo que nunca debería de haber dejado de ser, la Fuente de Isso.