24/6/09

CAMPANAS DE LA IGLESIA DE SANTIAGO

"De mezcla de estaño y cobre se hace el bronce de campanas”. Sin embargo, durante el siglo XX no ha sido extraño encontrarlas fabricadas con otros materiales. Así, en la parroquial de Isso (Albacete), se hallan tres campanas de hierro construidas en Extremadura en 1956 a instancias del párroco D. Conrado García y con participación municipal. Junto a ellas aún se conserva la fundida en 1794 por el maestro de Murcia Francisco Sánchez Navarro "PARA EL RELOX DE LA VILLA DE HISO POR CUENTA DE SUS VECINOS / SIENDO CURA DON JUAN DE DIOS MASIP Y VERGARA Y ALCALDE D RAFAEL GUEO, tal y como reza la inscripción de su medio pie.



22/6/09

Sello de Isso

He encontrado este sello de Isso, que puede ser el único acuñado con el nombre de nuestro pueblo. El mismo sello también está acuñado con el nombre de Hellín y el de otras localidades.
Este sello está catalogado como raro y difícil de obtener.

13/6/09

Zapatillas


Se han en contrado estas zapatillas por la zona de la Era Alta. El propietario puede pasarse a recogerlas por el Supermercado Casas Baratas en horario comercial.
Gracias.

12/6/09

Albaricoque. Crónica de una muerte anunciada.


Un año más, tenemos una campaña de albaricoque desastrosa. Como consecuencia de los daños producidos por el granizo y la consiguiente pérdida de calidad del albaricoque, estamos vendiendolos a unos precios irrisorios, que no alcanzan ni a cubrir los gastos de producción.
Parcelas enteras se están quedando sin coger y miles de kilos de albaricoques van a quedar en los árboles.
Muchos agricultores no pueden, o no quieren afrontar los gastos de la campaña, para con un poco de suerte y si no hay problemas con alguna fábrica, cobrar su fruta al año siguiente.
Además, dandole el albaricoque a las fábricas a estos precios, estamos "quemando" la campaña del próximo año, ya que las conserveras tendrán excedentes y el albaricoque, volverá a no tener precio.
Todo esto en cuanto a la variedad búlida, pero el de fresco no anda mejor. El pepito no se lo llevan a ningún precio, por lo que también quedará sobre el árbol, y el moniquí se lo llevan sin un precio estipulado. Luego, ya pagarán lo que quieran, si pagan.
Si esto sigue así, el albaricoque es la crónica de una muerte anunciada.